La composición de los nutrientes para plantas nos indica si son fácilmente absorbibles o si su transformación es más lenta. Es importante tener en cuenta que las plantas no poseen estómago como los animales, por lo que necesitan de microorganismos, tales como hongos y bacterias, para descomponer la materia orgánica y facilitar su absorción por las raíces. Esta situación se presenta, por ejemplo, en los abonos orgánicos en polvo.
Abonos y aditivos para cañamo
En líneas generales, las plantas de cáñamo absorben con mayor rapidez los nutrientes minerales que los orgánicos. Sin embargo, la mayoría de los abonos orgánicos líquidos se presentan “pre-digeridos”, es decir, mezclados en tanques con bacterias beneficiosas y oxígeno para descomponer los productos orgánicos y facilitar su absorción.
Según su procedencia
Fertilizantes y aditivos orgánicos (biológicos)
Los fertilizantes de cannabis y aditivos orgánicos son una excelente opción para aquellos que buscan una forma natural de nutrir sus plantas de cáñamo. El origen vegetal, de algas, guanos u otros elementos, hace que estos productos sean ricos en nutrientes y compuestos esenciales, lo que se traduce en un aroma y sabor únicos y auténticos en cada variedad.
Cuando se combinan correctamente, estos fertilizantes y aditivos orgánicos pueden ofrecer rendimientos comparables a los fertilizantes minerales, pero con una calidad organoléptica superior. Al ser absorbidos más lentamente, son fáciles de utilizar y menos propensos a provocar sobrefertilización involuntaria.
Además, los nutrientes orgánicos facilitan el proceso de lavado de raíces, permitiendo que las plantas metabolizan los nutrientes rápidamente y eliminando cualquier residuo no deseado. Y lo más importante, estos fertilizantes y aditivos orgánicos son respetuosos con el medio ambiente, lo que contribuye a una producción de cáñamo más sostenible y ecológica.
Fertilizantes y aditivos minerales (químicos)
Es fundamental tener en cuenta que la sobrefertilización puede ocurrir con mayor facilidad cuando se utilizan productos minerales, por lo que es crucial ser meticuloso en la frecuencia y dosificación de los mismos. Es importante observar cuidadosamente el aspecto de las plantas para evitar bloqueos de raíces y garantizar un crecimiento saludable.
Durante el proceso de cultivo, se recomienda el uso de enzimas para facilitar la absorción de nutrientes y limpiadores al final de la floración para asegurar un lavado de raíces efectivo y evitar un sabor desagradable en los cogollos.
Además, es importante destacar que los productos minerales suelen ser más económicos y concentrados que los biológicos, lo que los convierte en una opción viable para aquellos cultivadores que buscan maximizar su producción sin comprometer la calidad de sus plantas.
Fertilizantes y aditivos bio-minerales (orgánico-minerales)
Este tipo de nutrientes están compuestos por una base orgánica y nutrientes minerales, lo que los hace altamente absorbibles por las plantas.
El uso de estos nutrientes proporciona a las plantas una nutrición completa para un desarrollo garantizado, así como una producción abundante y de calidad. En comparación con los minerales, los abonos y aditivos biominerales son más fáciles de utilizar, ya que no generan sales indeseadas con tanta facilidad.
Además, si se realiza un buen lavado de raíces de las plantas unos 10 días antes de la cosecha, se puede obtener una cáñamo con sabores y aromas intensos, similares a los que se consiguen con abonos orgánicos. En resumen, el equilibrio es la clave para lograr la perfección en el cultivo de cáñamo con abonos y aditivos biominerales.
Cabe destacar que estos productos suelen ser muy concentrados, por lo que es importante estar atentos a las dosificaciones que indica el fabricante para evitar sobrealimentar las plantas y obtener resultados no deseados.
Según su función
Estimulantes de raíces
Los fertilizantes para raíces que ayudan al enraizamiento de las plantas son abonos que contienen altas dosis de fitohormonas, en especial de auxinas, las cuales actúan como señales químicas que indican a las células en qué especializarse. Si bien las plantas producen estas hormonas de manera natural, la incorporación de estos productos favorece y acelera el crecimiento del sistema radicular, lo que permite una mayor absorción de nutrientes y, por tanto, la creación de nuevos tejidos.
Desde que se plantan las semillas germinadas o los esquejes (clones) hasta las primeras semanas de crecimiento, cada vez que se trasplantan o durante el mantenimiento de las plantas madre, es altamente recomendable utilizar estimulantes de raíces para mejorar el proceso de enraizamiento.
Entre los productos más utilizados y demandados por nuestros clientes se encuentran el famoso Power Root o Super Grow.
Es importante mencionar que las micorrizas y trichodermas, a diferencia de los abonos y estimulantes, no son productos sino microorganismos beneficiosos para el sistema radicular. Si optas por una nutrición orgánica para tus plantas, te recomendamos el uso de micorrizas y trichodermas para favorecer su crecimiento. Sin embargo, si utilizas nutrición mineral, estos microorganismos no serán tan efectivos ya que los abonos minerales suelen eliminar las cepas de micorrizas y trichodermas.
Abonos (fertilizantes) de crecimiento
Durante la etapa de crecimiento de las plantas de cáñamo, es fundamental asegurarse de que se estén nutriendo adecuadamente de los elementos esenciales que necesitan para desarrollarse de manera óptima. El nitrógeno, el fósforo y el potasio (NPK) son los elementos que predominan en los abonos de crecimiento, aunque el nitrógeno es el que se encuentra en mayor proporción. Esto se debe a que el nitrógeno es el nutriente más utilizado por las plantas de cáñamo a la hora de crear nuevos tallos, brotes y hojas, además de contribuir a aumentar los niveles de clorofila y mejorar el aspecto general de la planta.
El nitrógeno suele presentarse en los abonos en forma de nitrato (NO-3) y amonio (NH+4). Es el elemento más importante durante la etapa de crecimiento, ya que forma parte de la estructura de la planta, como los aminoácidos y proteínas, que forman los tejidos de las raíces, ramas y hojas, y de las funciones metabólicas básicas.
El fósforo, presente normalmente en óxido de fósforo, también forma parte de la estructura de las plantas, como las raíces y los pistilos. Además, interviene en funciones metabólicas de gran importancia, como la transformación de azúcares.
Por último, el potasio, que se presenta normalmente en forma de óxido de potasio, también es esencial durante la etapa de crecimiento, ya que interviene en funciones metabólicas muy importantes como la fotosíntesis y la apertura y cierre de estomas, entre otras.
A la hora de elegir el tipo de sustrato para nuestras plantas, es importante tener en cuenta su capacidad nutricional. Si utilizamos un sustrato inerte como el coco, deberemos abonar desde el principio, ya que nuestras plantas no tendrán ningún nutriente del que alimentarse. En cambio, si utilizamos tierras ya abonadas, deberemos tener en cuenta el tiempo aproximado que los nutrientes seguirán en el sustrato.
Abonos (fertilizantes) de floración
Las plantas de cáñamo, en su etapa de floración, enfocan su energía en crear nuevos cogollos y cannabinoides como el THC, CBD, CBN y CBG, lo que genera una demanda significativa de fósforo y potasio, mientras que la necesidad de nitrógeno disminuye. Durante esta fase, la planta ya no se dedica a crear nuevas hojas o tallos. Por lo tanto, los fertilizantes de floración que se utilizan son abonos tipo NPK con distintas proporciones a los fertilizantes de crecimiento.
Es importante tener en cuenta que si se produce un exceso de nitrógeno o magnesio durante el proceso de floración, las plantas pueden presentar un nivel demasiado alto de clorofila, lo que dificulta el lavado de raíces.
Se recomienda comenzar a usar abonos de floración entre los 10 y 15 días después del cambio de fotoperiodo y cuando empiezan a aparecer los pistilos blancos en la planta.
Bibliografía y Fuentes Digitales
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